¡BIENVENIDOS A CASTILLOLOCURA!
¿Alguna vez has imaginado vivir en un castillo, rodeado de dragones, caballeros con olor a queso y princesas que hacen volar unicornios con solo un estornudo? ¡Pues prepárate para un viaje medieval lleno de tonterías, porque vamos a explorar el loco, loco mundo de los castillos!
¿Qué es un castillo?
Un castillo es como una casa... ¡pero para gente que necesita MUCHA privacidad! Imagina una fortaleza gigantesca con paredes tan gruesas que ni siquiera el chisme más jugoso de la época medieval podía pasar. Los castillos fueron construidos para proteger a los reyes, reinas, y a sus mascotas inusuales (como el gato con cara de enojo perpetuo o el pez dorado que sabía kung-fu).
El trabajo de ser caballero (o caballerita)
Los caballeros eran como los superhéroes de los castillos. Luchaban contra dragones, rescataban princesas (que muchas veces no querían ser rescatadas, porque estaban viendo su serie favorita) y siempre llevaban armaduras brillantes que sonaban como una lata de frijoles agitada. ¡Pero ser caballero no era tan fácil como parece! A veces, su armadura era tan pesada que no podían levantarse después de una buena siesta en el jardín del castillo. ¡Ups!
¿Y qué había dentro de un castillo?
Te sorprenderá, pero los castillos eran un poco como centros comerciales medievales. Tenían de todo: cocinas gigantescas donde se preparaban festines con más pavos que en un Día de Acción de Gracias, salas de baile donde la gente usaba zapatos puntiagudos para bailar... ¡y pincharse accidentalmente! También había mazmorras, pero en lugar de ser lugares aterradores, algunos eran como cuartos para castigar a los que hacían chistes malos (como el de "¿Qué le dice un dragón a otro? ¡Nada, porque están extinguidos!").
El Castillo Flotante (Casi... pero no)
Había una vez un rey que pensaba que los castillos no debían estar en el suelo. ¡Qué aburrido! Así que inventó el primer castillo flotante... o al menos lo intentó. Quiso usar globos gigantes llenos de helio para levantar su castillo, pero solo logró que una torre flotara y se fuera volando como un cohete. Se dice que aún está en órbita, y a veces, ¡los astronautas se la topan mientras flotan en el espacio!
Los castillos hoy en día
Hoy, muchos castillos son museos donde puedes ver armaduras antiguas, camas donde las reinas dormían (¡eran tan grandes que podrías hacer una fiesta de pijamas ahí!) y hasta baños reales con más estilo que los que ves en las revistas. A veces, te permiten probarte una corona y fingir que eres el rey o la reina por un día, pero cuidado... ¡puede que termines luchando contra un dragón imaginario que escupe fuegos artificiales!
Conclusión loca: ¡Haz tu propio castillo!
¿Quieres un castillo pero no tienes un terreno gigante? ¡No hay problema! Con algunas cajas de cartón, pegamento y muchos bocadillos para tener energía, puedes construir tu propio castillo en casa. No olvides la torre más alta, para que puedas vigilar tu reino... o al vecino curioso.
¡Y así, valientes caballeros y caballeritas, termina nuestra aventura por el mundo de los castillos! Recuerda, un castillo no es solo un montón de piedras; es un lugar donde la imaginación reina y todo puede pasar (incluso dragones que comen helado de chicle).
HERMOSOS CASTILLOS
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